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Cultivando Fortalezas

Plantar, compartir, hablar, diseñar, aprender, cosechar,… estos y muchos más verbos son aplicados cada año en cada uno de los certificados de profesionalidad que tienen lugar en la Ecogranja, y es por ello, que con mucha ilusión y empeño nos ponemos a trabajar para que todos los participantes que pasen por esta formación de agricultura puedan acabar el curso con unas expectativas sociales y laborales enriquecedoras.

Diseñar jardines, el mantenimiento de los mismos, plantar, cultivar la tierra, cosechar son algunas de las actividades que se llevan a cabo durante el transcurso del certificado, pero lo más importante y lo que se trabaja en el día a día es el poder cultivarse a uno mismo, para en un futuro próximo recoger frutos a nivel social, familiar, personal y profesional.

Por todo ello y una vez más,  continuamos con el proyecto “Cultivando Fortalezas”, un proyecto subvencionado por el Gobierno de Canarias, Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, donde cultivamos no solo plantas si no valores que marcarán en todas las personas implicadas un antes y un después, tras varios meses de aprendizaje y convivencia en un entorno social, natural y ecológico.

EL Voluntariado de la Ecogranja, imprescindibles

En la Ecogranja La Aldea, contamos con el apoyo de voluntarios y voluntarias, con perfiles muy variados, desde jóvenes hasta personas adultas. Estas personas se implican de forma muy activa en las diferentes propuestas que se llevan a cabo en la granja. Su labor es fundamental ya que son de gran apoyo en el trabajo que se realiza con niños y niñas con diversidad funcional, en las terapias con los caballos,  en las diversas intervenciones de sensibilización ambiental. Además de ayudarnos en el cuidado y mantenimiento de la granja para que esté siempre impecable para el disfrute de todas las personas que la visitan.   El Programa de Voluntariado está subvencionado por el Gobierno de Canarias.

El control del pennisetum

BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES

En el proyecto de “La Granja y Tu” hemos realizado buenas prácticas ambientales, en este  caso la extinción del rabo de gato (Pennisetum setaceum.)

Se cree que el rabo gato llegó a Canarias a mediados del siglo XX como planta ornamental, aunque también se habla de que sus semillas pudieron introducirse en áridos y arenas de África. Desde entonces no ha dejado de colonizar espacios, algunos de gran valor ecológico, hasta desplazar a los endemismos»

Para eliminar el rabo de gato hay que tener en cuenta los siguientes pasos:

1*- Se retiran las espigas, donde están las semillas. Las semillas se sumergen en agua durante tres meses y, posteriormente, se entierran a más de un metro de profundidad o bien nos servirá como herbicida para la propia planta. Recordar no hacerlo en un día de viento, ya que se esparcirían las semillas.

2*-Desenterrar las raíces  mediante el arrancado con ayuda de una azada o sacho. Las raíces las metemos en una bolsa de basura.

3*- Eliminar las semillas que queda en el suelo, entorno a las plantas arrancadas, y asegurarse de dejar la zona limpia.

Se trata de una labor muy meticulosa, para la que hay que tener mucha paciencia y cierta habilidad, implicar a los niños y niñas en este proceso significa sumergirlos en el compromiso individual en la lucha por el cuidado del Medio Ambiente

El pan de la Ecogranja

Cada año hacemos en la Ecogranja una media de dos mil panes, bueno, hacerlos lo hacen los niños/as en los talleres.

Harina, agua, sal y levadura son sus cuatro ingredientes y es la receta que más piden, aquí les dejamos un regalo, la receta. Que la disfruten.

Pan de la Ecogranja

Ingredientes:

– 350 gr de harina de trigo de fuerza 

– 190 ml de agua a temperatura ambiente

– 5 gr de levadura seca

– 2 cucharadas de aceite de oliva

– una cucharadita de postre de sal

Elaboración:

-Pon el agua en un bol y añádele por este orden y removiendo entre ingrediente e ingrediente  la levadura, la harina, el aceite y la sal. 

– Amasa todo hasta que se forme una pasta que se pueda manejar bien con las manos

– Colócala sobre una tabla o sobre la encimera previamente espolvoreada con un poquito de harina, y sigue amasando durante 10 minutos, doblando la pasta sobre sí misma

– Haz una bola con la masa y colócala de nuevo en el bol. Cúbrela con papel film y deja reposar en un lugar templado durante 1 hora. Transcurrido ese tiempo, la masa habrá aumentado casi el doble de su volumen.

– Saca la bola del recipiente, amásala de nuevo aplanándola y vuelve a doblarla sobre sí misma dándole ya forma de hogaza. Colócala sobre un papel de horno, tápala con un trapo limpio y déjala reposar de nuevo otros 50 minutos.

– Pasados los 50 minutos precalienta el horno a 250 grados.

– Con el horno ya caliente, mete el pan y hornea a 250 grados durante 30 minutos.